¿Qué es un portafolio artístico? 

Los diseñadores gráficos, industriales, de indumentaria textil, arquitectos, creadores audiovisuales y artistas en general necesitamos presentar nuestro trabajo para que la persona interesada en nuestro trabajo se haga una idea clara de nuestras habilidades, estilo y experiencias.  

Años atrás diríamos que un portafolio es un documento, sin embargo, hoy en día un portafolio puede ser muchas cosas: una página web, contenido en Instagram, puede estar en behance.net, pude estar impreso, ser un PDF, o todas las anteriores.  

¿Cuál es tu objetivo? 

¿Quieres encontrar trabajo en un área específica? ¿Quieres promocionar tu trabajo como independiente? ¿Qué quieres conseguir? Recuerda que generalmente la gente dedica muy poco tiempo para tomar una decisión, imagina a un reclutador viendo muchos portafolios y tiene que decidir a quién contratar, es por ello que, si por ejemplo estás aplicando para ocupar el puesto de diseñador en una agencia de publicidad, es mejor que los trabajos que incluyas en ese portafolio sean mayoritariamente y en la medida de lo posible en ese ramo.  Por otro lado, si deseas venderte como independiente, puede que sea necesario incluir más variedad de trabajos.  

¿Cómo estructurar un portafolio? 

Usamos nuestro portafolio para vender nuestro trabajo, en este caso nuestro trabajo, nuestra profesión es el producto; como producto este forma parte de la mezcla de mercadotecnia, por lo tanto, nuestro portafolio es un instrumento de promoción y como tal debe ser tratado. 

Ya que estamos tratando nuestro portafolio como un elemento de promoción, sabemos que este tiene que cumplir su objetivo y para ayudarnos a lograrlo, en publicidad hay un modelo llamado AIDA, en el que se separa el proceso de compra de un producto o servicio en cuatro etapas: Atención, Interés, Deseo y Acción.  

Estructurar nuestro portafolio con AIDA 

El proceso de compra de un consumidor es el camino que este recorre antes de realizar una compra. Cuando un cliente o posible empleador detecta que tiene una necesidad, en este caso de alguien que realice un trabajo, se informa, busca alternativas, evalúa las alternativas y toma una decisión. Nuestro portafolio, debe ayudarle en todo el proceso de toma de decisión de compra para que nuestra persona sea la seleccionada.  Ya que el “cliente” tiene nuestro portafolio, tenemos que aprovechar y tener mucha precisión en cada paso, tenemos que llamar su atención, destacar sobre los demás prospectos, despertar de inmediato su interés, generarle el deseo de que le prestemos nuestros servicios y llamarlo a la acción.  

¡Atención! 

Como sabemos, la atención es un recurso muy escaso, sobre todo en nuestro tiempo. Hay un mar gigantesco lleno de miles de mensajes compitiendo por la atención del público. Sobre ese mar de mensajes, debemos de sobresalir, no es fácil, pero con trabajo es posible. Para sobresalir a veces simplemente necesitamos ver el problema desde un ángulo diferente, cosas tan simples como el color o el formato pueden ser suficientes, sin embargo, tu imaginación será siempre tu mejor herramienta, pregúntate, ¿Puede esto ser de alguna otra manera? ¿Por qué siempre tiene que ser lo mismo? ¿Puedo cambiarlo o mejorarlo? 

Interés 

Ya captamos su atención, esto hará que se interese en saber más, la siguiente ojeada será determinante para que se consolide su interés, sonará redundante, pero para que algo le resulte interesante, tenemos que mostrarle cosas de su interés, si está buscando un ilustrador querrá ver ilustraciones, no imagen corporativa, por ejemplo, está de más decir que hay que colocar nuestros mejores trabajos. 

Deseo 

En este punto es necesario que el cliente o el reclutador o la persona que tomará la decisión de contratarnos sienta que nuestros servicios solucionarán las necesidades que tiene. Una buena forma de lograrlo es que, en la última página, o hasta el final, depende que formato estemos utilizando, tengamos una lista de clientes satisfechos, una lista de cursos, concursos, premios y reconocimientos que tengamos, es recomendable colocar logotipos de las empresas para las cuales hemos trabajado, el logotipo de la institución que impartió el curso al que asistimos, el logotipo de la entidad que lazó el concurso que ganamos, etc. Esto da mucha confianza y hará que esta persona dé el paso final.  

Acción  

Si ya le facilitamos para que diera todos los pasos anteriores y logramos que llegara a la acción, entonces este paso final debemos facilitárselo aún más; qué tal si en lugar de que esta persona tenga que teclear nuestro contacto en su teléfono le facilitamos un QR para que lo haga con su cámara, o puede que tenga un formulario de contacto muy simple a la mano para que nosotros le contestemos, puede que con sólo copiar y pegar nuestro correo sea suficiente. Recuerda facilitarle tu contacto, que no tenga que estar buscando por todos lados y ya estarás del otro lado.  

Consejos adicionales 

Muestra calidad y variedad, antes que cantidad. Si pones muchos trabajos ten por seguro que nadie los verá todos, además de que el tiempo que la gente nos dedica atención es limitado utilizar muchos trabajos también añada peso en caso de que nuestro portafolio sea en línea, o aumentará el costo en caso de que sea físico.  

El portafolio es un ser vivo. Tu portafolio está vivo, tienes que alimentarlo con nuevos proyectos y remplazar otros, siempre mantén actualizado tu portafolio.  

Empieza a crear tu marca personal lo antes posible. Si estás pensando en esperar a que todo esté listo para empezar a crear tu marca personal, te darás cuenta de que nunca estará todo listo, es mejor comenzar ahora con lo que tengas.  

Utiliza los medios que consideres necesarios. Desde un demo reel en YouTube con tu portafolio, pasando por un perfil de Instagram dedicado únicamente a tu actividad, tener tu portafolio en Behance, tener listo un PDF para cuando te lo pidan “digital”, impreso para tus entrevistas presenciales y tu propio sitio web.  

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